¡Hola amigos! Estamos cerca de cumplir un año desde el primer confinamiento que tuvimos en España. Actualmente estamos en medio de la "tercera ola" y no es difícil que se avecine una cuarta. Después de todo este tiempo, me parecía interesante como nos afecta tanto a nivel mental como físico las consecuencias de la pandemia como nos esta repercutiendo.
Hemos tenido que adaptar nuestras vidas a la "Nueva Normalidad", y lo que de primeras parece sencillo, nos esta costando más de lo que pensamos. Al principio el confinamiento fue duro, tener que dejar atrás nuestra libertad, no poder tener contacto con los demás, no poder ver a nuestras familias y amigos, soledad, restricciones, enfermedad, malos datos en cuanto a salud, y lo peor, muerte. Era y es atroz la gente que fallece, y hay gente a la que ha tocado vivirlo de cerca y que ha perdido seres queridos, y otra por suerte, no lo ha experimentado, lo cual no quita que también produzca impacto. Había momentos en los que parecía que la cifra de fallecidos, contagios y altas era un juego malévolo de cifras que queríamos desesperadamente ver descender, sin dejar atrás, que quienes lo conformaban eran personas, como tú y como yo, con familias, aspiraciones, y ganas de vivir como cualquier otro.
Este subir y bajar de números y cifras, que por frío que parezca es así, es lo que a día de hoy, permite o no que se modifiquen las restricciones. Son las que dictan si puedes viajar, horarios, zonas con restricción perimetral, gente que se puede juntar, protocolos, etc...
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Me produce mucha seguridad saber qué consecuencias ha tenido para la población todos estos cambios, y buscando en internet encontré algunos que me parecieron interesantes y que os dejo a continuación.
Según la psicóloga del Hospital Clínico de Benidorm, Jessica Castejón que hay que buscar la forma de recuperar cuanto antes nuestras rutinas y aprender a vivir con el Coronavirus.
Algunos de los efectos psicológicos que esta sufriendo gran parte de la población serían:
- Problemas de sueño: A falta de rutinas y ejercicio, y con nuevas preocupaciones e incertidumbres, nos cuesta más dormir.
- Aumento de adicciones y hábitos tóxicos: La falta de rutinas también ha afectado al ámbito de los buenos hábitos y aún más ha contribuido la necesidad de "disociarse" o evadirse de lo que estamos viviendo.
- Problemas para socializar en la "Nueva Normalidad" por las normas vigentes y, en algunos casos, por miedo a relacionarse con determinados colectivos, tanto por su profesión como por su nivel de riesgo.
- Problemas de duelo. Más de uno ha perdido a un ser querido durante esta etapa y la imposibilidad de despedirse y hacer los rituales funerarios como de costumbre ha dificultado procesar esta pérdida.
- Problemas de ansiedad, preocupación recurrente por el futuro, miedo a los rebrotes que se ven en las noticias y miedo a retroceder de fase y perder las libertades que hemos recuperado.
Todos estos efectos pueden darse en distintos niveles, pero la solución a todo esto es procurar normalizar esta situación para volver a nuestras rutinas de antes del Coronavirus.
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Sin duda una publicación donde resumes muy bien cómo nos sentimos durante la pandemia, con la que me he sentido muy identificada.
ResponderEliminarTengo fe en la humanidad, espero que sepamos salir de esta confortados y sepamos valorar hasta el mínimo detalle. Mientras tanto no debemos olvidarnos que la vida sigue y el tiempo pasa y tampoco debemos desaprovecharlo, siempre y cuando respetemos las medidas de seguridad y no pongamos en riesgo la vida de otras personas.
No debemos olvidarnos de si vemos alguna situación que se nos desborda, debemos de pedir ayuda a profesionales. Ojalá algún día normalicemos ir al psicólogo.
¡Hola Alba! muchas gracias por tu comentario, yo también tengo fe en la humanidad, y en que podamos aprender de todo esto en positivo, ¡Ojalá!
EliminarLa salud mental es súper importante, y deberíamos de romper el tabú de ir al psicólogo.
Hola Virginia!
ResponderEliminarMe parece muy interesante e informativo el artículo que has redactado a cerca de nuestra "nueva normalidad".
Creo que todo aquel que lo lea ha podido verse identificado con algunas de las consecuencias que expones, y yo no iba a ser menos, ya que, durante el confinamiento lo pasé realmente mal debido a la transición de un estilo de vida a otro completamente distinto.
Al final es como dice Darwin; adaptarse o morir, y poco a poco hemos tenido que ir empezando a reconstruir nuestras vidas en torno a una nueva normalidad. Pese a esto espero que algún día podamos recuperar nuestra "antigua normalidad" y volver a nuestros estilos de vida.
¡Hola Inma, gracias por comentar! Yo también creo que casi todo el mundo se puede identificar con algún punto, porque ya sea en mayor o menos medida, a todos nos esta afectando.
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